
Hoy toca hablar sobre un meteorito que cayó en una región de nombre bastante difícil de memorizar: Chicxulub, y que es el candidato a ser el autor de la extinción de los dinosaurios.
Nos encontramos en 1970, en una provincia de Yucatán (México): Chicxulub. Unos geólogos petrolíferos estudian el subsuelo para encontrar nuevos yacimientos, cuando detectan una estructura circular bajo tierra, centrada en Chicxulub. Esta es la apasionante historia del descubrimiento de uno de los sucesos más significativos de la historia de la Tierra.
Por si fuera poco, no se cayó en la cuenta de lo que era al descubrirlo, sino que pasaron unos años hasta que se relacionó con un impacto, cuando se obtuvo la edad que tenía y más datos.

El impacto
Viajemos ahora al Cretácico, hace unos 65 millones de años. Nos encontramos una Tierra poblada de dinosaurios, en unos días de, probablemente, unas 22 horas (2 horas menos que hoy en día), y con unos continentes desplazados respecto a lo que tenemos hoy.
Desde hacía unos días se veía un objeto brillante en el cielo (un cometa o un asteroide), pasajero, como otros tantos cometas que pasan cerca de la Tierra, aunque este se iba haciendo más y más brillante, pareciendo que no tuviera límite
De repente, un estruendo como nunca antes se había oído, y a continuación, una onda de muerte recorrió todo el planeta.
El objeto que se veía, de unos 10 kilómetros de diámetro, acababa de impactar contra la Tierra, perforando la corteza de la Tierra y dejando un cráter de unos 50 km de profundidad y 180 km de diámetro.
Junto con el cráter, miles de millones de toneladas de material fueron lanzados a la atmósfera, una ola de alrededor de un kilómetro de altura devastó todo el golfo de México, el Caribe, y gran parte de Texas.
Consecuencias
Todo esto ocasionó una atmósfera que ocultó la luz del Sol durante meses, quizá años, desencadenando un periodo de hielo en gran parte de la Tierra. A esto, le siguió un periodo de gran calentamiento como consecuencia de todo el dióxido de carbono depositado en la atmósfera. Estos dos cambios bruscos acabaron con la mayor parte de la vida que consiguió sobrevivir al impacto.
Por si fuera poco, el suelo de Chicxulub contenía mucho azufre, que fue emitido a la atmósfera, donde se convirtió en ácido sulfúrico provocando una lluvia ácida a escala planetaria.
La unión de todo esto provocó que tres cuartas partes de las especies existentes desaparecieran, en lo que se conoce como la extinción masiva del Cretácico-Terciario.
Al irse aclarando la atmósfera, todos los restos se depositaron en una fina capa que cubrió toda la superficie, la cual, debido al objeto, contiene una enorme concentración de iridio, otra de las pruebas que apuntan a que ésta fue la causa de esta extinción.
Para concluir, cabe destacar que no está confirmado que esta extinción masiva se debiera únicamente a este suceso, sino que podría haber ayudado otros fenómenos como un periodo de vulcanismo mucho mayor de lo normal…